viernes, 15 de enero de 2010

Cantar de los Nibelungos ''Se acerca el crimen'', Anónimo.

''Señora', dijo entonces Hagen, ''si albergáis el temor de quien pudiera herirle, habréis de decirme de qué artes habría yo de valerme para evitarlo.Quiero protegerle lo mismo a caballo que a pie'.

Voy a revelarte a ti, mi querido amigo, contando con tu discreción y lealtad hacia mí, en qué sitiose le puede herira mi esposo querido.Esto te lo voy a decir ahora, confío por entero en tu silencio.

Cuando de las heridas del dragón brotó lasangre caliente y se bañó en ella el valiente y cabal caballero, cayó en medio de su espalda una hoja de tilo muy grande.Ahí es donde pueden herirle y esa es la causa de mi gran desazón.''

Dijo entonces Hagen de Trónege:
''Cosed enima de su ateundo una pequeña señal para que así yo sepa para que así yo sepa dónde debo protegerle cuando entremos en combate''.Así creía ella salvar al héroe, pero era así como ayudaba a su muerte.


Anónimo, Cantar de los Nibelungos, Cátedra. Seleccionado por Beatriz Curiel Lumbreras, segundo de Bachillerato, curso 2009-2010.

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