viernes, 5 de abril de 2013

Ivanhoe, Walter Scott

La habitación adonde lady Rowena fuera conducida estaba amueblada y decorada con tosca magnificencia, y su elección podía considerarse como una prueba de respeto de que no se había creído dignos a los demás prisioneros. Pero la mujer de Frente de Buey, para la cual se alhajara en otro tiempo, había muerto hacía muchos años, de suerte que se hallaban deteriorados por el abandono y la vejez los raros adornos con que aquélla se complaciera en embellecerla. En muchos lados los tapices colgaban hechos jirones, mientras en otros el sol había deslucido sus colores o se hallaban apolillados y destruidos por el tiempo. Estropeada y todo estaba, habíales parecido la pieza más decente del castillo para albergar a la heredera sajona, y en ella habíanla dejado reflexionar acerca de su situación, hasta que los actores de este abominable drama se hubieran repartido los papeles diferentes que debían representar. El reparto se hizo en una conferencia celebrada entre Frente de Buey, Bracy y el templario, y tras una larga y acalorada discusión sobre las ventajas que cada cual pretendía sacar de la empresa, quedó decidida, al fin, la suerte de los desgraciados prisioneros.


Walter Scott, Ivanhoe, Historia de la Literatura, seleccionado por Laura Mahillo, segundo de Bachillerato, curso 2012/13

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