lunes, 12 de enero de 2015

Jules Verne, Viaje al centro de la Tierra





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       La imprevisto del espectáculo había devuelto a mi rostro los colores de la salud. El asombro constituía mi tratamiento. Y mi curación iba produciéndose mediante esta nueva terapéutica. Además, la vivacidad de un aire muy denso me reanimaba, al procurar más oxígeno a mis pulmones.
     Se comprenderá que tras una reclusión de cuarenta y siete días en una estrecha glería experimentara un placer infinito al aspirar una brisa cargada de emanaciones salinas.
     No tuve, pues, que arrepentirme de haber salido de mi gruta oscura. Mi tío, acostumbrado ya a esas maravillas, no manifestaba extrañeza alguna.
    - ¿Te encuentras con fuerzas para dar un paseo?
    -me preguntó
    -Sí, y con mucho gusto.
    -Pues apóyate en mi brazo, Axel, y vayamos por la orilla.
   Echamos a andar por la playa. A la izquierda, unos enormes peñascos, amontonados unos sobre otros, formaban una prodigiosa construcción titánica. Sobre sus flancos corrían innumerables cascadas límpidas y resonantes. Algunas volutas de vapor indicaban los lugares de las fuentes termales. Varios arroyos corrían dulcemente hacia el común depósito, murmurando agradablemente por las pendientes. Reconocí entre ellos al Hans-bach, que venía a perderse tranquilamente en el mas, como si no hubiera hecho otra cosa desde el comienzo del mundo.
    -De aquí en adelante, lo echaremos de menos -dije, con un suspiro.
    Me pareció bastante ingrata su respuesta. Pero en ese momento atrajo bastante mi atención un espectáculo inesperado, a unos quinientos pasos, a la vuelta de un elevado promotorio, apareció ante nuestros ojos un bosque alto y espeso. Lo formaban árboles de regular tamaño, cuyas copas parecían quitasoles regular y geométricamente trazados. Insensible su follaje a la brisa, los árboles estaban absolutamente inmóviles, como un macizo de cedros petrificados.


Jueles Verne, Viaje al centro de la Tierra, Madrid, Alianza, 1985, página 202-203. Seleccionado por Guillermo Arjona Fernández. Segundo de bachillerato. Curso 2014-2015.

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