El fantasma se aproximó lenta, grave, silenciosamente.
Cuando estuvo cerca de él, Scrooge cayó de rodillas, pues hasta el mismo aire en que se movía este espíritu parecía difundir melancolía y misterio.
Vestía ropajes completamente negros que cubrían su cabeza, su rostro y sus formas corporales y sólo dejaban visible una mano extendida. A no ser por esto, hubiera sido difícil distiguir su figura en lanoche y aislarla de las sombras que la rodeaban.
Advirtió, cando lo tuvo cerca, que era alto y majestuoso y que su misteriosa presencia le infundía un solemne terror. No pudo observar más, porque el espíritu ni hablaba ni se movía.
-¿Estoy en presencia del espectro de las navidades futuras?-preguntó Scrooge.
El espíritu no respondió; pero señaló hacia adelante con su mano.
-Vas a mostrarme las sombras de las cosas que no han sucedido, pero que sucederán en tiempos venideros-prosiguió Scrooge-, ¿no es así, espíritu?
La parte superior de ropaje se contrajo formando pliegues, como si el espíritu hubiera inclinado la cabeza. Ésa fue la única contestación que recibió.
Aunque a esas alturas ya se había acostumbrado a las visitas fantasmales, Scrooge temía tanto a la silenciosa figura que sus piernas temblaban de arriba abajo; y, cuando se dispuso a seguirla, sintió que difícilmente podría tenerse en pie. El espíritu, advirtiendo su situación, aguardó un momento para darle tiempo a recobrarse.
Pero esto fue aún peor para Scrooge. Se estremeció con un vago e incierto horror al pensar que, detrás de aquel sombrío sudario, había unos ojos espectrales que le miraban fijamente,mientras que él, a pesar de todos sus esfuerzos, no podía ver más que una mano fantasmal y una gran masa negra.
¡Espíritu del futuro-exclamó-, eres el más temible de todos los espectros que he visto! Pero, como sé que tu propósito es hacerme el bien y como espero vivir para ser un hombre distinto del que fui, estoy dispuesto a acopañarte, y lo haré con toda la gratitud de mi corazón. ¿No vas a hablarme?
El espectro no respodió. Su mano señalaba con firmeza hacia adelante.
Charles Dickens, Cuento de navidad "Cuarta estrofa: El último de los espíritus".Seleccionado por Sara Isabel Miranda Hernández,Segundo de bachillerato.
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