Correspondencias
Naturaleza es templo cuyos vivos pilares
dejan, algunas veces, salir confusos nombres;
es un bosque simbólico que recorren los hombres
a los que siempre mira con ojos familiares.
Igual que largos ecos de lejos confundidos
es una tenebrosa y profunda unidad,
basta como la noche, y con claridad
se responden colores, aromas y sonidos.
Hay perfumes tan frescos como carnes de infantes,
dulces como los oboes, verdes cual prado inmenso,
- y los hay corrompidos, ricos y triunfantes.
Charles Baudelaire, Las flores del mal, Madrid, Cátedra,2008, página 136, seleccionado por: Pablo Galindo Cano, 2º de Bachillerato 2014-2015