Comenzaba ya la primera y, al fundirse la nieve, se desnudaba la tierra y la hierba germinaba. Los otros zagales llevaban a los pastos sus ganados, y antes que ninguno Cloe y Dafnis, como que servían a un pastor más principal. Y al momento corrieron hacia las Ninfas y su cueva, después hacia Pan y su pino y luego hasta la encina, bajo la cual tomando asiento guardaban sus rebaños al par que se besaban, Buscaron también flores, con el deseo de poner guirnaldas a los dioses, pero aún apenas las había nutrido el Céfiro y las hacía brotar el sol con sus calores. Y sin embargo encontraron violetas y narcisos y pamplinas y cuantas nacen nada más empezar la primavera. Cloe y Dafnis, mientras coronaban las imágenes, derramaron en su honor la leche nuevade algunas cabras y ovejas. También les dedicaron primicias de su zampoña como en un melidioso desafío a los ruiseñores, que les fueron respondiendo en la espesura e iban poco a poco afinando su cántico a Itis, como si tras largo silencio recobraran la memoria de los trinos.
Seleccionado por David Francisco Blanco, Primero de Bachillerato, Curso 2016-2017.
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