jueves, 26 de enero de 2017

Los conquistadores, Malraux


         A cada cual su turno.
         Noticias de Shanghai:
     Siguiendo las directivas del Kuomintamg, la Cámara de Comercio china decreta la confiscación de las mercancías británicas que se encuentran en manos de los chinos. Prohíbe, a partir del 30 de junio y durante el plazo de un año, la compra de toda mercancía inglesa, el transporte de toda mercancía por un navío inglés.
        Los periódicos de Shanghai declaran que el tráfico británico se reducirá en un ochenta por ciento.
        Dicho tráfico (dejando aparte Hong Kong) se evaluó el año pasado en veinte millones de libras.
        Hong Kong sólo puede contar ya con el ejército de Cheng-tiung Ming.

        Nicolaiev ha recibido las palabras siguientes, escritas en mayúsculas; ''¿Están verdaderamente en posesión de rehenes los terroristas?'' Nicolaiev no lo cree así. Pero muchos de los nuestros se encuentran en misión y carecemos de todo medio de control.
Las seis
   
        Un ordenanza de la prisión trae a Garín unos pales. el interrogatorio de Ling.
        -¿Ha hablado?
        -Uno más que da la razón a Nicolaiev - responde Garín -. ¡Ah! No hay muchos hombres que resistan tal sufrimiento... 
        -Y... ¿ha sido largo?
        -¡Imagínalo!
        -¿Qué vamos a hacer?
        -¿Qué diablos quieres que hagamos? No se puede poner en libertad a un jefe terrorista.
        -¿Entones?
        -Las prisiones están llenas, claro está... Y, en fin, será juzgado por un tribunal especial. Sí, todo se sabe, como dice Nicolaiev: primero, dónde está Hong; segundo, que efectivamente han matado a Cheng-dai por orden suya. El asesino es uno de los boys.
       -Pero ¿no teníamos confidentes en el interior?
       -Uno solo: ese boy, confidente doble. Nos ha engañado, pero no por mucho tiempo. Lo hemos cogido ya, naturalmente. Un poco más tarde nos servirá para un proceso, si ha lugar...
       -Un poco peligroso, ¿no?
       -Si Nicolaiev le suprime la droga durante unos días y le promete que no será ejecutado, hablará como nos convenga...
       -Pero dime, ¿queda todavía alguien que confíe en las promesas de ese tipo?
       -La supresión del opio bastará...
Se detiene, se encoge lentamente de hombros.
       -Es terriblemente sencillo, un hombre que va a morir...
Y unos minutos más tarde, como si prosiguiese su pensamiento:
       -Además, casi todas mis promesas han sido mantenidas...
       -Pero, ¿cómo quieres que distingan...?
       -¿Y qué quieres que haga yo?

     8  de agosto

Hong ha sido detenido ayer por la noche.

Malraux, Los conquistadores, Móstoles-Madrid, Editorial Argos Vergara, páginas 161,162 y 163.
 Seleccionado por Andrea Sánchez Clemente. Primero de Bachillerato. Curso 2016/2017

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