viernes, 9 de noviembre de 2012

Fragmento del capítulo 33, El perfume, Patrick Süskind

  El marqués de la Taillade-Espinasse estuvo encantado con el nuevo perfume. Declaró que incluso para él, como descubridor del fluido letal, resultaba sorprendente ver la poderosa influencia que algo tan secundario y efímero como un perfume, ya procediera de orígenes cercanos o alejados de la tierra, podía ejercer sobre el estado general de un individuo. Grenouille, que pocas horas antes había yacido aquí pálido y sin conocimiento, tenía un aspecto fresco y saludable como cualquier hombre sano de su edad y, sí, casi podía decirse-teniendo en cuenta las limitaciones a las que estaba sujeto un hombre de su condición y escasa cultura-que había adquirido algo parecido a la personalidad. En todo caso, él, Taillade-Espinasse, informaría sobre el caso en el capítulo relativo a la dietética vital de su tratado inminente aparición sobre su teoría del fluido letal. Antes que nada, sin embargo, quería perfumarse también él con la nueva fragancia.

Texto seleccionado por Eduardo Montes, segundo de bachillerato curso 2012/2013. El perfume, Patrick Süskind.

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