Al otro lado de la pantalla de hojas, el sol vertía sus rayos y en el centro del espacio libre las mariposas seguían su interminable danza. Se arrodilló y le alcanzaron las flechas del sol. La vez anterior el aire parecía simplemente vibrar de calor; pero ahora le amenazaba. No tardó en caerle el sudor por su larga melena lacia. Se movió de un lado a otro, pero no había manera de evitar el sol. Al rato sintió sed; después una sed enorme.
Permaneció sentado.
En la playa, en una parte alejada, Jack se encontraba frente a un pequeño grupo de muchachos. Parecía radiante de felicidad.
- A cazar - dijo. Examinó a todos detenidamente. Portaban los restos andrajosos de una gorra negra, y, en tiempo lejanísimo, aquellos muchachos habían formado en dos filas ceremoniosas para entonar con sus voces el canto de los ángeles.
- Nos dedicaremos a cazar y yo seré el jefe. Asintieron, y la crisis pasó imperceptiblemente.
- Y ahora... en cuanto a esa fiera... Se agitaron; todas las miradas se volvieron hacia el bosque.
- Os voy a decir una cosa. No vamos a hacer caso de esa fiera.
Les dirigió un ademán afirmativo con la cabeza:
- Nos vamos a olvidar de la fiera.
- ¡Eso es!
- ¡Eso!
- ¡Vamos a olvidarla!
Si Jack sintió asombro ante aquel fervor, no lo demostró.
- Y otra cosa. Aquí ya no tendremos tantas pesadillas. Estamos casi al final de la isla.
Desde lo más profundo de sus atormentados espíritus, asintieron apasionadamente.
- Y ahora, escuchad. Podemos acercarnos luego al peñón del castillo, pero ahora voy a apartar de la caracola y de todas esas historias a otro de los mayores. Luego mataremos un cerdo y podremos darnos una comilona.
Hizo un silencio y después continuó con voz más pausada:
- Y en cuanto a la fiera, cuando matemos algo le dejaremos un trozo a ella. Así a lo mejor no nos molesta. Bruscamente se puso en pie.
- Ahora, al bosque, a cazar.
William Golding, El señor de las moscas, Madrid, Alianza editorial (versión digital), https://cidetac.files.wordpress.com/2015/08/golding-william-el-senor-de-las-moscas.pdf.
Seleccionado por Clara Fuentes Gomez. Segundo de Bachillerato. Curso 2015-2016.
MUY BIEN CLARAAA
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