XXVI. Exhortación a ponerse al frente de Italia y liberarla de los bárbaros.
No se debe, en consecuencia, dejar pasar esta oportunidad para que Italia encuentre, después de tanto tiempo, su redentor. No puede expresar con qué amor sería recibido en todos aquellos territorios que han padecido estos aluviones extranjeros, con qué sed de venganza, con qué firme lealtad, con qué devoción, con qué lágrimas. ¿Qué puertas se le cerrarían? ¿Qué pueblos le negarían la obediencia? ¿Qué envidia se le opondría? ¿Qué italiano negaría su homenaje? A todos apesta esta bárbara tiranía. Asuma, pues, la ilustre casa vuestra esta tarea con el ánimo y con la esperanza con que se asumen las empresas justas, a fin de que bajo se enseñanza se vea ennoblecida la patria y bajo sus auspicios se haga realidad aquel dicho de Petrarca:
Virtud contra el furor
tomarás las armas y hará corto el combate:
que el antiguo valor
en el corazón italiano aún no ha muerto.
Nicolás Maquiavelo, El Príncipe, Madrid, Alianza Editorial, página 142.
Seleccionado por Andrea Sánchez Clemente. Primero de Bachillerato. Curso 2016/2017
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