jueves, 1 de diciembre de 2016

LA PERLA, Jhon Steinberck


Capítulo III, John Steinbeck

      Fue el rifle lo que derribó todas las barreras. Se trataba de un imposible y, si era capaz de imaginarse con un rifle, horizontes enteros estallaban y él podía lanzarse al asalto. Y es que se dice que los seres humanos nunca están satisfechos, y que si les da algo, siempre quieren más. Y todo esto se dice, desafortunadamente, con desprecio, cuando es una de las mejores virtudes de la especie y la única que hace que sea superior al resto de los animales, que siempre se dan por satisfechos con los que tienen. Los vecinos, arracimados y en silencio dentro de la casa, asentían a las locas fantasías de Kino. Un hombre, en el fondo de la habitación murmuró:
     Un rifle. Tendrá rifle. Pero la música de la perla sonaba estridente y triunfal en el interior de Kino. Juana lo miró, atónita ante la valentía de Kino y ante sus fantasías. Al abrírsele nuevos horizontes, a Kino le había invadido como una fuerza eléctrica. En la perla veía Coyotito sentado en un pupitre de la escuela, exactamente igual al que Kino había visto una vez por el resquicio de una puerta.


John Steinberck, Capítulo III, New York, Vicens Vives, 1947,  páginas 35-36.
Seleccionado por David Francisco Blanco. Primero de Bachillerato. Curso 2016/2017.

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