Por mí se llega a la ciudad del llanto;
Por mí a los reinos de la eterna pena,
Y a los que sufren inmortal quebranto.
Dictó mi Autor su fallo justiciero,
y me creo con su poder divino,
Su supremo saber y amor primero.
Nada fue antes que yo, sino lo eterno...
Renuciad para siempre a la esperanza.
Dante Alighieri, La Divina Comedia, Canto III. Biblioteca Universal. Editorial Océano. Seleccionado por Cristina Martín, segundo de Bachillerato, curso 2009-2010.
Y como no hay en mí fin ni mudanza
ResponderEliminar–nada fue antes que yo, sino lo eterno–,
renunciad para siempre a la esperanza.