Cuando seas muy vieja, a la luz de una vela
y el amor de la lumbre, devanando e hilando
cantarás estos versos y dirás deslumbrada:
"me los hizo Ronsard cuando yo era más bella".
No habrá entonces sirvienta que al oír tus palabras,
aunque ya doblegada por el peso del sueño,
cuando suene mi nombre la cabeza no yerga
y bendiga tu nombre, inmortal por la gloria.
Yo seré bajo tierra descarnado fantasma
y a la sombra de mirtos tendré ya mi reposo,
para entonces serás una vieja encorvada
añorando mi amor, tus desdenes llorando.
Vive ahora, no aguardes a que llegue el mañana!
Coge hoy mismo las rosas que te ofrece la vida
Pierre de Ronsard, Sonetos para Helena, http://anaelenapena.blogspot.com/2008_06_01_archive.html)
Seleccionado por Beatriz Curiel Lumbreras, segundo de Bachillerato, curso 2009-2010.
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