lunes, 28 de abril de 2014

Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carrol



        Conque dejó en el suelo al animal, y se sintió aliviada al verlo alejarse trotando tranquilamente hacia el bosque. “Y empezó a pensar en los niños que conocía y que podrían pasar muy bien por cerditos; y se estaba diciendo a sí misma: "Ójala supiese la manera de cambiarlos...!", cuando se llevó un ligero sobresalto al descubrir al Gato de Cheshire sentado en la rama de un árbol, a unas yardas.
       El Gato se limitó a sonreír al ver a Alicia. Parecía bueno, pensó Alicia; sin embargo, tenía unas uñas larguísimas, y muchísimos dientes, así que comprendió que debía tratarlo con respeto.
       -Minino de Cheshire -empezó, un poco tímidamente, ya que no sabía si le gustaba que le llamasen así; pero al Gato se le ensanchó la sonrisa. <>, pensó Alicia, y prosiguió-: ¿te importaría decirme, por favor, qué dirección debo tomar desde aquí?
       -Eso depende en gran medida de adónde quieres ir -dijo el Gato.
       -No me importa mucho adónde... -dijo Alicia.
       -Entonces, da igual la dirección -dijo el Gato.
       -... con tal de que llegue a alguna parte -añadió Alicia a modo de explicación.
       -¡Ah!, ten la seguridad de que llegarás -dijo el Gato-, si andas lo bastante.
       Alicia comprendió que eso era innegable, así que aventuró otra pregunta:
       -¿Qué clase de gente vive por aquí?
       -En esa dirección -dijo el Gato, haciendo un gesto amplio con la zarpa derecha- vive un Sombrerero; y en esa otra -hizo un movimiento con la otra zarpa-, una Liebre de Marzo. Ve a ver a quien quieras, los dos están locos.
       -Pero yo no quiero andar entre locos -comentó Alicia.
       -¡Ah, eso es algo que no puedes evitar! -dijo el Gato-; aquí estamos todos locos. Yo estoy loco. Y tú estás loca.
       -¿Cómo sabes que yo estoy loca? -dijo Alicia.
       -Tienes que estarlo -dijo el Gato-, de lo contrario no habrías venido aquí.







Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas, Madrid, ed. Akal, col. Akal Literaturas, 2005, páginas 152, 153, 154.
Seleccionado por Sara Paniagua Núñez. Segundo de bachillerato. Curso 2013-2014.

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