LIBRO IV
Al invierno siguiente, siendo cónsules Cneo Pompeyo y Marco Craso, los usipetes y tencteros de la Germanía en gran número pasaron el Rin hacia su embocadura en el mar. La causa de su transmigración fue que los suevos con la porfiada guerra de muchos años no los dejaban vivir ni cultivar sus tierras. Es la nación de los suevos la más populosa y guerrera de toda la Germanía. Dícese que tienen cien merindades, cada una de las cuales contribuye anualmente con mil soldados para la guerra. Los demás quedan en casa trabajando para sí y los ausentes. Al año siguiente alternan: van éstos a la guerra, quedándose los otros en casa. De esta suerte no se interrumpe la labranza, y está suplida la milicia. Pero morar más de un año en un sitio: su sustento no es tanto de pan como de leche y carne, y son muy dados a la caza. Con eso, con la calidad de los alimentos, el ejercicio continuo, y el vivir a sus anchuras (pues no sujetándose desde niños a oficio ni arte, en todo y por todo hacen su voluntad) se crían muy robustos y agigantados.
Julio César, Comentarios de la guerra de las Galias, Madrid, RBA, Editorial Planeta, 1995, página 76. Seleccionado por Pablo del Castillo Baquerizo. Segundo de bachillerato. Curso 2014-2015.
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