viernes, 19 de febrero de 2016

el primo de Basilio, Eça de Queiroz

Era una tristeza secreta de Jorge no tener un hijo. ¡Lo deseaba tanto! Todavía soltero, en vísperas de su casamiento ya soñaba con aquella felicidad: ¡Su hijo! Lo veia de muy varias maneras: ó andando á gatas con sus piernecitas bermejas llenas de roscas y los cabellos rizados, finos, como hilos de seda; ó ya muchacho saliendo de la escuela con los libros bajo el brazo, con el rostro alegre, corriendo á mostrarle sus notas; ó todavía mejor: una niña blanca y rubia, con dos largas trenzas, viniendo hacia él sonriente, con los brazos abiertos, á posarle las manos en sus cabellos }- a grises... A veces sentía miedo de morir sin haber gustado aquella felicidad. Sebastián y Jorge guardaban silencio. En la sala la voz aguda de Ernesto peroraba. Después de un momento Luisa volvió á comenzar la Mandolinata con un brío jovial. La puerta del despacho se abrió para dar paso á Julián: —¿Qué están ustedes conspirando? Vengo á decirles adiós. Me voy, que ya es tarde. Hasta la vuelta» Jorge. De buena gana me iría contigo á respirar aires puros y ver campos... pero.. Sonrió con amargura. — Adiós, adiós. Jorge salió á alumbrarle hasta el descanso de la escalera. —Si quieres alguna cosa del Alentejo...Julián se püso el sombrero.—Nada, que lleves buen viaje. Dame un cigarro por despedida. Mejor será que me dés dos. —Llévate la caja. Yo cuando viajo sólo fumo en pipa. iLlévate la caja, hombre! Entró en el despacho y volvió con ella envuelta en un Diario de Noticias. Julián metiósela bajo el brazo y descendió las escaleras. Desde abajo gritó: —A ver si descubres una mina de oro. Jorge y Sebastián entraron en la sala. Ernesto, de pie, á un lado del piano se retorcía el bigote. Luisa preludiaba un vals de Strauss. Jorge exclamó riendo y extendiendo los brazos. —Doña Felicidad, un vals.(...)

Queiroz , Eça de http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080011043_C/1080011043_T1/1080011043.PDF. seleccionado por Paola Moreno Díaz, segundo de bachillerato, curso 2015-2016.

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