–Mi querido Dorian –respondió lord Henry, sacando un cigarrillo de la pitillera y luego un estuche para cerillas con baño de oro–, la única manera de que una mujer reforme a un hombre es aburriéndolo tan completamente que pierda todo interés por la vida. Si te hubieras casado con esa chica, habrías sido muy desgraciado. Por supuesto la hubieras tratado amablemente. Siempre se puede ser amable con las personas que no nos importan nada. Pero habría descubierto enseguida que sólo sentías indiferencia por ella. Y cuando una mujer descubre eso de su marido, o empieza a vestirse muy mal o lleva sombreros muy elegantes que tiene que pagar el marido de otra mujer. Y no hablo del faux pas social, que habría sido lamentable, y que, por supuesto, yo no hubiera permitido, pero te aseguro que, de todos modos, el asunto habría sido un fracaso de principio a fin.
–Imagino que sí –murmuró el muchacho, paseando por la habitación, horriblemente pálido–. Pero pensaba que era mi deber. No es culpa mía que esta espantosa tragedia me impida actuar correctamente. Recuerdo
que en una ocasión dijiste que existe una fatalidad ligada a las buenas resoluciones, y es que siempre se hacen demasiado tarde. Las mías desde luego.
–Las buenas resoluciones son intentos inútiles de modificar leyes científicas. No tienen otro origen que la vanidad. Y el resultado es absolutamente nulo. De cuando en cuando nos proporcionan algunas de esas
suntuosas emociones estériles que tienen cierto encanto para los débiles. Eso es lo mejor que se puede decir de ellas. Son cheques que hay que cobrar en una cuenta sin fondos.
–Harry –exclamó Dorian Gray, acercándose y sentándose a su lado–, ¿por qué no siento esta tragedia con la intensidad que quisiera? No creo que me falte corazón. ¿Qué opinas tú?
–Has hecho demasiadas tonterías durante los últimos quince días para que se te pueda acusar de eso, Dorian –respondió lord Henry, con su dulce sonrisa melancólica.
Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray, www.cva.itesm.mx/biblioteca/Files/Wilde_Oscar_-_El_retrato_de_Dorian_Gray1.pdf
Seleccionado por Clara Fuentes Gómez, Segundo de Bachillerato. Curso 2015-2016.
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