viernes, 23 de noviembre de 2012

El tercer hombre "Capítulo 3", Graham Greene

Lo que ocurrió luego no me lo contó Paine, sino Martins, mucho tiempo después, cuando reconstruía la cadena de acontecimientos que, desde luego -aunque no de la manera que él esperaba-, me dejaron en ridículo. Paine le acompañó simplemente hasta el mostrador de la conserjería y allí explicó:
-Este caballero llegó en el avión de Londres. El coronel Caloway dice que le den una habitación. -Después de esta aclaración, dijo-: Buenas tardes,señor -y se marchó.
Probablemente estaba un poco avergonzado por el labio ensangrentado de Martins.
-¿Tiene usted reserva, señor? -preguntó el conserje.
-No. No creo -dijo Martins con voz apagada, con un pañuelo sobre la boca.
-Pensé que sería usted el señor Dexter. Tenemos una habitación reservada para una semana a nombre del señor Dexter.
-Ah, sí, yo soy el señor Dexter -dijo Martins.
Más tarde me contó que se le había ocurrido que Lime podía haber reservado una habitación para él con ese nombre, porque tal vez fuera a Buck Dexter y no a Rollo Martins a quien iba a emplear con fines propagandísticos. Una voz a su lado dijo:
-Lamento no haberle recibido en el aeropuerto, señor Dexter. Me llamo Crabbin.
El que hablaba era un hombre regordete, en el principio de la edad madura, con una tonsura natural y con unas gafas de concha con los cristales más gruesos que había visto nunca Martins.

Graham Greene, El tercer hombre "Capítulo 3", edit. Millenium.
Seleccionado por Sara Isabel Miranda Hernández, segundo de Bachillerato. Curso 2012/2013.

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