I
Era la última recepción que daba lady Wildermere antes de comenzar la primavera.
Bentinck-House se hallaba más atestado de invitados que nunca.
Vinieron directamente seis miembros del Gabinete, una vez terminada de interpelación del speaker, con todas sus cruces y sus grandes bandas.
Las mujeres bonitas lucía sus vestidos más elegantes, y, al final de la galería, estaba la princesa Sofía de Carlsrüe, una señora gruesa, de tipo tártaro, con unos ojillos negros y unas esmeraldas maravillosas, hablando con voz muy aguda en mal francés y riéndose sin mesura de todo cuanto la decían.
Realmente, veíase allí una singular mezcolana de personas: arrogantes esposas de pares del reino charlaban cortésmente con violentos radicales.
Oscar Wilde, El fantasme de Canterville y otros cuentos, Madrid, ed. Alianza Editorial, 1977, pág 27.
Seleccionado por Alain Presentación Muñoz. Segundo de Bachillerato. Curso 2014-2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario