jueves, 2 de febrero de 2017

Las Aventuras de Huckleberry Finn, Mark Twain

   CAPÍTULO XV 

     Calculamos que en tres noches llegariamos al Cairo, al sur de Illinois, en la confluencia con el rio Ohio, y ésa era nuestra meta. Una vez allí pensabamos vender la balsa y con ello comprar un pasaje para el vapor y remontar el Ohio hasta lletgar a los Estados libres, donde ya no tendríamos problema.
     Bien, pues a la segunda noche vimos acercarse una espesa niebla y buscamos una ensenada para amarrar la balsa, porque con niebla y buscamos una ensenada para amarrar la balsa, porque con niebla no es bueno navegar. Me adelanté yo en la canoa con la amarra en la mano, pero no mas que pequeños serpollos para fijarla. Al fín me decidí y amarré la cuerda a uno de ellos, pero la corriente era muy fuerte, y vino una violenta sacudida que se llevo a la balsa, arrancando el arbusto de raiz. Vi como la niebla espesaba y me acercaba, y me entró tal pánico que estuve como medio minuto inmóvil,  sin capacidad para reaccionar, y entre tanto la balsa se esfumó en la niebla. No se podía ver a más de veinte metros de distancia. Salté a la canoa, me fui a la popa, empuñé el remo, y quise separarla de la orilla apoyandome en él, pero la canoa no cedía. Me dí cuenta de que con las prisas me habia olvidado de soltar la amarra. Volví a saltar a tierra e intenté desatarla, pero estaba tan nervioso y me temblaban tanto las manos que no daba pie con bola.
     En cuanto pude soltarla, me lancé con toda mi alma a la persecución de la balsa, siguiendo en línea recta desde el serpollo donde la había atado. Mientras navegué por la pequeña ensenada en que nos habiamos refugiado, todo fue bien porque lograba orientarme algo, pero ésta no tenía más de sesenta metros de largo, y en el momento en que la dejé atrás me vi sumergido en una espesa capa blanca, y perdí totalmente la noción de hacia dónde me dirigía.



Mark Twain, Las Aventuras de Huckleberry Finn. Madrid, ed. Magisterio Español, S. A., col. Clasicos Norteamericanos S. XIX, págs. 105.
     Seleccionado por Javier Arjona Piñol. Primero de bachillerato. Curso 2016-2017.

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