Libro II Amores 6
Ovidio dedica esta pieza de sus Amores a la muerte del papagayo de Corina,siguiendo en intencionada variación a Catulo, que había llorado en endecasílabos falecios al gorrón muerto de su amada Lesbia. El poema es, pues, elegíaco en su más primitiva acepción, al igual que el estricto con ocasión de la muerte de Tibulo (III 9). Pero aquí es obvio el tono paródico. Comprende una exhortación al duelo dirigida a las aves, un elogio del pájaro muerto, una visión de su acogida en el Elisio, y finalmente, noticia de su epitafio.
El papagayo, ave imitadora de la voz procedente de la tierra oriental de los indios, ha muerto: aves, venid en bandada a sus exequias. Venid, aves piadosas, golpeaos el pecho con las alas y arañaos las tiernas mejillas con lasuñas córneas; en lugar de los tristes cabellos, arrancaos las erizadas plumas y escúchense vuestros trinos en vez de la larga trompeta.
En cuanto al crimen que lamentas, Filomela, del tirano del Ísmaro, ese lamento se ha completado ya a lo largo de los años que has vivido. Quéjate ahora por la muerte desgraciada de este pájaro exótico: gran motivo de dolor de Itis, pero ya antiguo.
Ovidio, Amores, Madrid, Edit.Gredos, col. Biblioteca Básica Gredos, páginas 59, 60.
Seleccionado por Lucía Pintor del Mazo. Segundo de bachillerato. Curso 2014-2015
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