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No bastaba ser cruel y hacer polvo de mí,
hacer tierra y escarnio, la esperanza me quitas.
La esperanza es la luz que ilumina al que sufre,
y sin ella el amante es un cuerpo sin vida.
La esperanza de aliento al que está medio ahogado,
al cautivo promete otra vez ''serás libre''
y al que es pobre le alivia sus congojas presentes.
Este bien concedió a los hombres Pandora.
Tu crueldad no se alberga en los ojos o el rostro,
mas la gracia taimada de una voz que me hiela
me ha robado la luz y además la esperanza.
Dulce engaño en que sois las mujeres maestras,
¿qué es hablar del amor sin hacer el amor
sino ver que el sol luce y su luz detestar?
Pierre de Ronsard, Sonetos para Helena, Barcelona, ed. Planeta, 1987, página 22.
Seleccionado por Alain Presentación Muñoz. Segundo de Bachillerato. Curso 2014-2015.
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