lunes, 13 de abril de 2015

Oscar Wilde, Una mujer sin importancia

                                  ACTO PRIMERO


     LADY CAROLINE. ¿Quiénes son los padres de la señorita Worsley?
     LORD ILLINGWORTH. Las mujeres americanas son asombrosamente hábiles para ocultar a sus padres.
     LADY HUNSTANTON. Mi querido Lord Illingworh, ¿qué quiere usted decir? La señorita Worsley, Caroline, es huérfana. Su padre era un multimillonario, o un filántropo, o ambas cosas, según creo, que fue muy hospitalario con mi hijo cuando él visitó Boston. Lo que no sé es cómo hizo su fortuna.
     KEVIL. Supongo que en productos secos americanos.
     LADY HUNSTANTON. ¿Cuáles son esos productos norteamericanos?
     LORD ILLINGWORTH. Las novelas americanas.
     LADY HUNSTANTON. ¡Qué cosa tan singular!... Bueno, cualquiera que sea la fuente de donde procede su fortuna, tengo una gran estima por la señorita Worsley. Se viste excesivamente bien. Todas las americanas se visten bien. Compran su ropa en París.
     SEÑORA ALLONBY. Dicen, lady Hunstanton, que cuando los americanos buenos mueren se van a París.
     LADY HUNSTANTON. ¿De veras? Y cuando mueren los americanos malos, ¿adónde van?
     LORD ILLINGWORTH. ¡Oh, se van a América!





     Oscar Wilde, Una mujer sin importancia, Barcelona, Editorial Andres Bello, 1998, página 117, Seleccionado por Pablo del Castillo Baquerizo, Segundo de Bachillerato, Curso 2014-2015.

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