viernes, 5 de febrero de 2016

La letra escarlata , Nathaniel Hawthorne


 Mientras me hallaba así, todo perplejo, pensando, entre otras cosas, que acaso esa
letra habría sido uno de los adornos que hacían uso los blancos para atraerse la atención
de los indios, me la puse casualmente sobre el pecho. El lector sin duda se sonreirá cuando
le diga, aunque es la pura verdad, que me pareció experimentar una sensación, que si no
enteramente fisica, casi era la de un calor abrasante; como si la letra no fuera un pedazo de
paño rojo, sino un hierro candente. Me estremecí, e involuntariamente la dejé caer al suelo.
La contemplación de la letra escarlata me había hecho descuidar el examen de un pequeño
rollo de papel negruzco al que servía de envoltorio. Lo abrí al Fin, y tuve la satisfacción de
hallar, escrita de puño y letra del antiguo Inspector de Aduana, una explicación bastante
completa de toda la historia. Había varios pliegos de papel de folio que contenían muchos
particulares acerca de la vida y hechos de una tal Ester Prynne, que parecía haber sido
persona notable para nuestros antepasados, allí a fines del siglo diecisiete. Algunos
individuos, muy entrados en años, que vivían aún en la época del Inspector Pue, y de
cuyos labios había éste oído la narración que confió al papel, recordaban haberla visto
cuando jóvenes, y cuando dicha Ester era ya muy anciana, aunque no decrépita, y de
aspecto majestuoso e imponente. De tiempo inmemorial era su costumbre, según decían,
recorrer el país como enfermera voluntaria, haciendo todo el bien que podía, y dando
consejos en todas las materias, principalmente en las que se relacionaban con los afectos
del corazón, lo que dio lugar a que si muchos la reverenciaban como a un ángel, otros la
consideraban una verdadera calamidad. Registrando mas minuciosamente el manuscrito,
hallé la historia de otros actos y padecimientos de esta mujer singular, muchos de los
cuales encontrará el lector en la narración titulada La Letra Escarlata , debiendo tenerse
presente, que las circunstancias principales de dicha historia son auténticas, como que
cuentan con la autoridad que les da el manuscrito del Inspector Pue. Los papeles
originales, juntamente con la letra escarlata, que diré de paso es una reliquia muy curiosa,
estaban aún en mi poder, y se mostrarán a quien quiera que, incitado por el interés de esta
narrativa, deseare verlos. Mas no por eso se crea que al compaginar esta novela, y al idear
los motivos y pasiones que influyeron en los personajes que en ella figuran, me he ceñido
servilmente a lo que reza la docena de páginas del antiguo manuscrito.

Nathaniel Hawthorne, La letra escarlata,
Seleccionado por Laura Agustín Críspulo, Segundo de bachillerato, curso 2015-2016.

No hay comentarios:

Publicar un comentario