lunes, 9 de marzo de 2015

El tambor de hojalata, Günter Grass

Madona 49
     La reforma monetaria vino demasiado pronto, hizo de mí un loco y me obligó a reformar asimismo el sistema monetario de Óscar. En adelante, me vi obligado a buscar en mi joroba, ya que no un capital, sí al menos mis medios de subsistencia. 
     Y sin embargo, yo hubiera sido un excelente ciudadano. La época que siguió a la reforma, que -según estamos viendo- comportaba todas las premisas del refinamiento burgués que luego floreció, hubiera también podido favorecer los rasgos burgueses de Óscar. EN cuanto esposo y hombre de bien, habría participado en la reconstrucción, poseería ahora una empresa mediana de marmolista, daría pan y trabajo a treinta oficiales, aprendices y ayudantes, sería el encargado de conferir cierto decoro a todos esos inmuebles comerciales y palacios de seguros de nueva construcción mediante los adornos tan populares de caliza conchífera y de mármol travertino; en una palabra, sería un hombre de negocios, un buen burgués y un esposo. Pero María me dio calabazas. 





Günter Grass, El tambor de hojalata. Editorial, Santillana Ediciones Generales, S.L. páginas 613-614.
Seleccionado por Alejandro López Sánchez. Segundo de bachillerato, curso 2014/2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario